Nada menos que esa es la temperatura a la que ayer retomé el running… Después de estar toda la semana sin correr por un maldito dolor de muelas salgo a correr y parece verano. Un aire de poniente y caliente en la costa levantina que me impide incrementar la velocidad en algunos tramos del recorrido y que me hace terminar en más tiempo del que esperaba,  8 km a 6,20 min/km de media. Primeras sensaciones en la carrera con el cuerpo lleno de antibióticos que provocan en mí un sensación de cansancio terrible. Pero hay que seguir… si no para que salimos a correr??

Los primeros kilómetros me animo aunque me cuestan, y a partir del km 5 empiezo, como siempre, a encontrarme bien, así que me crezco, me hablo y sigo. Al correr sola he encontrado ese punto en el que me motivo, me animo mentalmente y a veces en voz alta, ese vamos! o esa frase de una canción que produce en mí el efecto del impulso me anima a seguir, aunque me rompa el ritmo de respiración, 2 + 2 lo llamo yo.

Una de las cosas que no hago bien, creo, es no ponerme una meta en cada sesión. Empiezo a correr sin un objetivo de cuantos km voy a hacer y conforme avanza la sesión me voy animando a seguir según me encuentre. Creo que para poder conseguir mi objetivo de noviembre, aparte de seguir algún planning de entrenamiento, debería establecer antes de empezar cuantos km voy a hacer. Probaré porque no sé si me desmotivará cuando la cifra vaya creciendo…

El siguiente objetivo a medio plazo a 1 mes vista, sería correr 12 km, y a 3 meses vista 15 km. Creo que puede ser alcanzable, o eso espero. Quedan muchos meses y tampoco me quiero obsesionar.

Seguimos!! #mujeresquecorren

Besos!