La decisión de correr un maratón no tiene que ser fácil, es algo que ni me planteo, pero tampoco consigo ponerme en el lugar del que toma una decisión así. Se necesita tanto esfuerzo y sacrificio, o por lo menos en lo que yo he vivido con mi pareja, que asusta.  Evidentemente estoy hablando de mí, no de él. Que se repondrá de la carrera con las buenas manos de su fisio y un poco de descanso, y además se planteará un nuevo reto en breve, seguro!!

Meses antes empieza la preparación, en este caso supervisada por un profesional, aunque eso no te garantiza resultados, ese día dependes solo de ti mismo. Y ahí está la clave, el esfuerzo tiene su recompensa pero no siempre llega del modo esperado… La recompensa puede materializarse de muchas maneras… Así que aunque no consigas la marca esperada, solo el hecho de acabar el maratón me parece suficiente recompensa…

Llegamos a Barcelona los corredores, las chicas y los niños. Allí nos esperaban dos personitas maravillosas que nos trataron estupendamente y nos acompañaron a cada paso que dábamos. Los chicos se concentraron después de recoger el dorsal y la bolsa del corredor, y nosotras aunque íbamos a animar, nos fuimos al centro hasta la hora de cenar… hay que disfrutar de cada segundo!!

Qué bonita es Barcelona!! Me fascina callejear, encontrar plazas, como la de Sant Felip Neri, con la fachada de la Iglesia del mismo nombre llena de impactos de la metralla, de las bombas durante la Guerra Civil. A pesar del encanto de la plaza por la luz del atardecer impacta por las historias y leyendas que se esconden tras los muros. Gracias chicas por contarnos todos los detalles históricos!!

Lugares como Caelum, en el Carrer de la Palla, para merendar repostería elaborada por monjas de clausura de toda España. Un local, tienda-cafetería, dónde huele a canela que te mueres y del que no te irías hasta probarlo todo. Un ambiente antiguo pero agradable y un sótano encantador que se ve desde la calle, todavía hacen más interesante la visita.

Y el Mercat de Sant Josep o La Boqueria, explosión máxima de colores, olores y sabores apetecibles!! Quién se resiste a un zumito rico o a una macedonia fresca?? Todas las paradas tienen algo especial, será la manera de colocarlo pero te atrapa!

En fin, a cada paso encuentras una tienda bonita o un sitio interesante en el que entrar y dejarte llevar…

A la mañana siguiente amaneció Barcelona radiante, un domingo luminoso y caluroso, por lo que se presagiaba que la carrera iba a ser dura. A las 8.30 se daba la salida y una nube de colores invadía las calles, imposible ver entre tanta gente a nuestros chicos. Así que nos fuimos con el metro a otros km para hacer alguna foto, y darles nuestro apoyo. Los vimos en el 1, en el 16 y en el 29, de paso vimos la Sagrada familia (madre mía!! pues no queda faena allí!!) y la torre Agbar. Y sucedió… en el km 29 mi chico pincha y decide que se planta…, así que nos tocó apoyarlo, darle ánimos y… empujarlo de nuevo a la carrera!! Qué locura! Si llega a lesionar, me muero, pero pensar que estábamos allí y no la iba a terminar, pienso que moralmente hubiera sido peor…

Nos fuimos a la meta y él siguió hasta terminar (en media hora más de lo esperado), pero con una medalla más al cuello que dice que terminó la Maratón de Barcelona, y como a mí eso me parece suficiente recompensa, lo aplaudo y lo felicito!!

Acabar un maratón es una pasada, es brutal, el ambiente, las llegadas al límite llenas de dolor, de lágrimas… mientras le esperábamos teníamos la piel erizada, viendo sufrimiento pero también mucha alegría, la de cada uno de los que llegaban exhaustos pero felices, con los brazos en alto por haber conseguido su reto… cada uno el suyo!

Hay privilegiados, a los que les es más fácil conseguir las metas, pero a otros nos cuestan más. No me importa ser de estos últimos, solo quiero llegar y sentir un poquito de lo que sintieron ellos al llegar tras los 42 km a la meta!

La semana que viene después de fallas retomamos entrenamiento, a ver si un poco de esta emoción se me contagia y mejoro los entrenes…

Seguimos!! #mujeresquecorren

Besos!